«No pot tot l'or de Ca'n Raió lo que puc amb el
senyor»
«La vida de Sor Francinaina
tiene una matriz muy concreta, Sencelles. En el seno de esta comunidad rural se
halla la clave para la comprensión de su historia. El punto de partida
que nos permitirá pasar de los pocos datos biográficos que
poseemos a la grandiosidad a la universalidad de una existencia
vivida durante muchos años, cada día, cada hora, en
función del misterio del Amor como absoluto.»
«Su vida fue la vida del
pueblo, de una mujer de pueblo. Tal vez encontremos aquí una de las
razones profundas de la excepcional floración de las leyendas. No parece
del todo lógica una santidad tan normal. [...] la conciencia cristiana
popular liga estrechamente lo extraordinario con el valor de una vida santa. Y,
a pesar de todo, la existencia de Francinaina no tiene nada de extraño
excepto su radicalización en el seguimiento de Jesús. Es
necesario tener muy presente que sencillo no se opone a profundo. Ni a
radical.»
«Tal vez hay una
expresión que da razón del estilo de vida de Francinaina: la
caridad operativa. El amor asumido como Absoluto. El intento constante de hacer
llegar a los demás de forma eficaz la alegría de saberse hijos
del Dios Trinidad.»
«[...] los dos grandes
ideales de su vida: el amor apasionado a Dios y la voluntad de acercar el
pueblo, todo el pueblo, a este Amor.»
«Tiene setenta años.
El 23 de diciembre de 1850 hace el segundo testamento. Deja sus bienes para
fundar una casa de monjas de la Caridad [...] Es necesario hacer
todavía muchas cosas y hay poco dinero: una onza de oro.
Pero: «No puede todo el oro de Ca'n
Raió lo que puedo yo con el Señor». Y
así fue.»
(Teodor Suau Puig,
Sor Francinaina, una vida para los demás) |